lunes, 4 de noviembre de 2013

La reforma protestante: un breve bosquejo

Mil años de tremendo retroceso para el cristianismo se vieron vivenciados entre el siglo V y el XV. La Edad Media, correctamente llamada la Edad Oscura, fue sometida política, social y económicamente por ciertos grupos dominantes, de los cuales uno de los más poderosos era la Iglesia Católica Apostólica Romana. Desde la caída del Imperio Romano de Occidente, la cultura europea se sumergió en un mar de influencias paganas, que sumadas a la creciente ignorancia del pueblo y de los clérigos, convirtieron al cristianismo en un dogma supersticioso, materialista y completamente lejano a las enseñanzas de la Biblia. La supuesta existencia del purgatorio, la matanza anti-herejías, la venta de indulgencias, la visita pagada a lugares santos, la tasación en dinero de las cosas sagradas, entre otros, promovieron lo que hoy llamamos “La reforma”.

En el año 1510, Martín Lutero, un joven monje agustino viaja a Roma, el centro de la cristiandad en aquellos tiempos. Se ve sorprendido ante la tremenda falta de espiritualidad de la supuesta capital cristiana. Dos años más tarde, Lutero obtiene su doctorado en Teología, lo que plasmó en él un inmenso conocimiento sobre las Escrituras, cuya lectura estaba censurada. Al leer la Biblia, Lutero se dio cuenta del inmenso fraude que la iglesia católica ejercía sobre sus fieles. Como las Escrituras no estaban a libre disposición del pueblo, las personas comunes y corrientes solo eran dominadas y manipuladas por los inventos doctrinales de una iglesia apóstata y pagana. Solo cinco años mas tarde, y con solo 34 años, Lutero protestó por la venta de indulgencias, supuestos documentos firmados por el papa que abolían, parcial o totalmente, la estadía en el purgatorio, y por ende, daban franca entrada al Reino de Dios. En otras palabras, la salvación estaba determinada por ciertas condiciones que la misma iglesia católica imponía, y que a través de ella misma se podía interceder por algún pecado. Aunque suene atractiva esta idea, las indulgencias no eran por amor del papa al pueblo, sino a través de dinero del mismo pueblo. Con el fin de levantar fondos para la reconstrucción de la iglesia de San Pedro en Roma, el papa hizo una campaña especial para vender indulgencias.

La persona elegida para vender las indulgencias en Alemania, país donde vivía y enseñaba Lutero, fue Juan Tetzel, ex-convicto por adulterio y conducta deshonesta en Innsbruck. En medio de sus ventas declaraba que cualquier pecado que quisiera cometer el comprador le seria perdonado, aun sin necesidad de arrepentirse. En aquellos días, la forma mas común que tenían los universitarios de expresar sus opiniones era la publicación de sus tesis (oraciones o párrafos que resumían sus ideas) a todo el público. Siguiendo esta costumbre, Lutero publicó sus 95 Tesis “Disputatio pro declaratione virtutis indulgentiarum” para la discusión pública en las puertas de la Iglesia de la capilla de Wittenberg (Alemania). Este documento critica todas aquellas injusticias de la venta del perdón, las penitencias, entre otras prácticas antibíblicas. La protesta de Lutero provocó una enérgica reacción del papa León X, quien envió emisarios en busca del supuesto “monje borracho”. Ante el fracaso de su persecución, el papa lo condenó de hereje en la bula “Exusurge Domine”. Así fue perseguido hasta el parlamento reunido en Worms, celebrado en abril de 1521, en el cual se acusaba a Martín Lutero de blasfemia contra la “Santa Iglesia”. Lutero sin retractarse afirmó: “…A menos de ser convencido por las Sagradas Escrituras o por razones claras, explicitas y manifiestas razones, yo no puedo retractarme (…) Es mi conciencia esclava de la Palabra de Dios…”, generando con estas palabras un odio tremendo de parte de la Iglesia y el imperio. Lutero es protegido por el príncipe Federico, quien lo esconde en el castillo de Wartburg, en donde se dedicó a traducir el Nuevo Testamento a la lengua alemana. Muchos malentendieron el mensaje de Lutero, ya que no exclama revoluciones armadas o sublevaciones violentas, sino más bien era partidario de una reforma pacífica. Aun así muchos exaltados provocaron una rebelión tan grande que dejó 100.000 muertos. Tiempo después, la reforma comenzó a poner desnivel en el mundo, a tal punto que los mismos príncipes ofrecieron su cabeza con el fin de no volver al antiguo régimen católico romano. Así surge el término “protestante”, cuando en 1529 los príncipes y nobles alemanes hicieron protesta y proclamación publica de la fe evangélica aún frente al Emperador Carlos V.

2 comentarios:

  1. fue tan pacifica su reforma protestante que desollaban a todo el q se proclamaba catolico persiguieron a la Iglesia Catolica mataban a todo servidor d Dios por ser catolico.

    BUSQUEN LA INQUISICION PROTESTANTE
    Y BERAN LAS BAJESAS Q COMETIERON.
    EL LENGUAGE D MARTIN LUTERO NO ERA CRISTIANO.

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    1. tanto unos como otros se mataban, recuerden la matanza de hugonotes en paris, y hasta la fecha por no reconocer ambos las enseñansas de Cristo

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